Pero te advierto.

Usaré palabras para denunciar sus pulcras envestiduras usaré palabras que sean como bombas que estallen por el cielo y derrumben los techos de sus casas. Usaré palabras para perseguirlos por las noches y aniquilar su sueño. Para planear nuestra venganza usaré las palabras. Pero también me ensuciaré las manos con el polvo de las piedras que estallaran sus ventanas. Me ensuciare con la silaba que escupiran los gritos de mi garganta. Mancharé mis manos con la sangre de las compañeras cuando pinte la palabra esperanza. Usaré como armas las palabras pero advierto que ya he conocido el miedo y esta vez no me detiene nada. Ya no.