La tercera es la vencida.

- Dale tomá, agarralos, éstos son tus poemas. Me canse de tener el bolsillo lleno de frasecitas que rimen para sacarlas de salvavidas cuando te tenga que decir lo que no me sale. Porque NO-ME-SA-LE Así que mejor arrancalo vos al nudo que tengo en el pecho, que yo no me atrevo a extirparte del centro, del eje de mi cuerpo del punto fijo de la mirada. Llévate vos esta brújula mareada, estos besos que abandonan a mitad de cancha, este “casi casi” constante que me deja siempre sin cinco pa´l peso. Cortá de raíz, desenterrame, este cúmulo de ganas rojas, esta montaña de historias que mis amigas ya conocen. Esta manía de morderme los labios, y cabarme zurcos en la jeta, de encerrar palabras de amor entre dientes y tragar sapos amargos cada vez que te pienso. Cantale vos para que se duerma a este imsomnio que dibuja infinitos círculos en mi casa. Yo ya no puedo acunarlo entre mis brazos con las ojeras por el suelo cada vez que estalla en llanto. Calavera no chilla Mi Amor Así que mejor rescata vos esta confesión secreta a medias, este intento de poetisa desesperada, que yo no quiero que-yo-no-pue-do seguir como perro en cancha de bochas perdida en este mar de palabras que solo sirven para hacer alarde de tu ausencia. - Dale, tomá, agarralos. Estos son tus poemas.